Reseña

Reseña – «Siega», de Neal Shusterman

¡Saludos, navegante de historias!

Llevaba tiempo viendo este libro anunciado por la red, y ya me había llamado la atención la portada. Así que cuando me crucé con él en la biblioteca y leí la primera frase de la sinopsis, no me lo pensé más.

Siega, escrito por Neal Shusterman y publicado por Nocturna Ediciones, es el primer volumen de la saga El arco de la Guadaña. Tiene 525 páginas y plantea un mundo utópico en el que la muerte ya no depende de la naturaleza. Las enfermedades, las guerras y los gobiernos han desaparecido, y lo habitual es vivir varios siglos antes de que un segador se fije en ti y decida que tu hora ha llegado.

Una premisa interesante y bien desarrollada, y un libro que, sorprendentemente, funciona muy bien como una única entrega a pesar de ser la primera parte de una saga.

Sinopsis:

Antes, las personas morían por causas naturales. Existían asesinos invisibles llamados enfermedades, el envejecimiento era irreversible y se producían accidentes de los que no se podía regresar.
Ahora, todo eso ha quedado atrás y sólo perdura una verdad muy simple: la gente tiene que morir. Y esa es la tarea de los segadores. Porque en un futuro donde la humanidad controla la muerte, ¿quién decide cuándo y cómo sembrarla?
Citra y Rowan acaban de ser seleccionados como aprendices de segadores. ¿Su objetivo? Superar las pruebas de su mentor, sean las que sean.
Aunque en el proceso renuncien a todo lo que les hace humanos.

Reseña

Este libro me lo leí en inglés y su sinopsis me pareció mucho más potente. No sé por qué Nocturna decidió cambiarla, al menos la primera palabra. Esta es la reseña original:

Matarás.
¿Y si la muerte fuera lo único que hiciera falta controlar?
En un mundo perfecto, la única forma de morir es ser cribado por un segador profesional. Cuando Citra y Rowan son elegidos como aprendices de segadores, no tienen más opción que aprender el arte de matar. Sin embargo, la aterradora responsabilidad de elegir a sus víctimas solo es el principio.
La corrupción está a la orden del día, y Citra y Rowan necesitan unirse para acabar con ella.
Y entonces se enteran de que uno de ellos tendrá que cribar al otro…

He de reconocer que tras leer la primera palabra de esta sinopsis ya sabía que me iba a leer el libro. De hecho, creo que no me la leí completa hasta que llegué a casa. Me parece muy complicado introducir el conflicto y despertar interés con una sola palabra, pero la verdad es que ese imperativo funciona a las mil maravillas.

Más allá del arte y acierto de la sinopsis, que valoro mucho, el libro es una gozada.

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Además, ¿has visto esta portada?

Fíjate bien, la muerte es anónima…

¿o tiene cara?

La novela nos presenta a Citra y Rowan, dos aprendices de segador que se han ganado su puesto gracias a su carácter compasivo y osado, características que valora su mentor, el segador Faraday. Más allá de eso, los dos tienen personalidades muy diferentes. La única otra cosa que tienen en común es que ninguno quiere ser segador. Pero después de asistir a su primera criba, se dan cuenta de que no es un deber que su conciencia les permita rechazar.

Este es el primer conflicto de la novela, que, tras una introducción algo lenta, va desencadenando un problema detrás de otro sin dar tiempo a respirar. Coge aire antes del primer cónclave de segadores, porque después no querrás dejar de leer.

La historia se desarrolla más allá del año 2042. Nimbo es una inteligencia artificial que gobierna la Tierra y provee a los humanos de todo lo necesario. En este mundo nadie muere de hambre. Todo lo que hay por descubrir es conocido y está registrado, y la única facción que está por encima del control de Nimbo son los segadores; los dispensadores de la muerte. Ellos no responden ante nadie.

Pero ¿qué es lo que pasa cuando el ser humano se pone por encima de la ley? El mismo libro nos advierte: «Ponerse por encima de toda ley es una receta fundamental para el desastre». Y por tanto, ideal para un buen libro.

Reseña Siega Muerte guadaña tunel
En esta historia la muerte no se viste de negro…
pero sí tiene muchas caras.

El narrador omnisciente tiene una voz potente, y el texto está lleno de citas para marcar. El estilo es una gozada, y el autor sabe llevarte de la cabeza de un personaje a otro con la misma facilidad con la que consigue esconder la información que le conviene para dar giros inesperados cuando la trama lo necesita.

La separación de los capítulos me ha parecido muy original. Antes del comienzo de cada uno se presenta un fragmento del diario de algún segador, expresando sus opiniones sobre el pasado, sus ideas sobre el mundo actual y sus inquietudes sobre el futuro. En esta sección, el autor deja espacio para reflexionar sobre la utopía que ha creado y preguntarse qué es lo que le falta al universo del libro para convertirse en distopía, o si la utopía alcanzada ya se ha desviado lo suficiente para dejar de ser tal.

Neal sabe introducir dosis de humor y sabiduría a partes iguales, convirtiendo al narrador en un personaje más con el que me gustaría tomar un café. Entre las cosas que me subrayaba de estilo y las citas, he sacado unas 1500 palabras de subrayado y una flor de Post-it.

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¿Os creíais que era broma?
Sí, una flor, literal.

La novela presenta el universo en el primer tercio, algo más lento. Se toma el tiempo de construir el mundo y presentar a los personajes, pero después del primer cónclave todo se desmonta y tienes que ir juzgando los sucesos con lo que sabes del mundo. El ritmo se vuelve trepidante, con giros y preguntas a cada capítulo. El último tercio del libro lo devoré.

Una novela llena de intriga, ideas para reflexionar y personajes intensos y definidos. Me encanta que tengan las ideas claras, y sus caminos se van definiendo de forma coherente pero inesperada. Cada segador tiene su propio método de criba, y este refleja la personalidad y moralidad de cada personaje al tiempo que presenta los diferentes temas que explora el libro, que tienen que ver con la muerte, la lealtad y el crecimiento personal.

Citra es una chica impulsiva y apasionada, puro fuego, que sabe ver más allá de las apariencias. A lo largo de su entrenamiento va adquiriendo una templanza y un dominio que le resultarán muy útiles en sus aventuras, y el control de su impaciencia se ve recompensado a largo plazo. Al principio del libro me ponía bastante tensa, pero las elecciones que tiene que tomar a lo largo de la novela la van puliendo y creo que al final del libro es un personaje diferente que ha madurado con las pruebas a las que se enfrenta.

Rowan es un chico callado y observador, con una brújula moral que se verá puesta a prueba a lo largo de su entrenamiento. Su compasión y su voluntad de hierro son sus mejores armas, y las decisiones que toma al final del libro me pillaron por sorpresa, especialmente su confortación con el villano, que creo que es la que mejor define su personaje y cierra su evolución de forma estelar.

Me resulta muy interesante ver cómo estos dos personajes se complementan, no solo en las escenas que están juntos, sino también en las que están separados. Conectan de una forma especial y se tienen presentes aún en la ausencia del otro. Chocan cuando están juntos, pero crecen gracias a su compañero.

Entre los secundarios destaco al segador Faraday, el mentor de los aprendices, que comparte muchas perlas de sabiduría con ellos y de alguna forma se convierte en su padre. La segadora Curie, severa pero justa, sabe cómo ayudarlos cuando lo necesitan. También he disfrutado del contrapunto que ofrecen el villano y sus secuaces, que muestra una perspectiva diferente a la que obtienen Rowan y Citra en sus entrenamientos, una nueva faceta de la «utopía» en la que nos encontramos.

Mi personaje favorito es Rowan, por su lealtad y su constante lucha interior por mantenerse fiel a sí mismo y a sus principios.

Reseña Siega Nadie es perfecto
—Bueno, pues ya estaría, ¿no?
—Claro que no. Olvidas, amigo… Que nadie es perfecto.

Si tengo que sacarle algún defecto al libro, destacaría dos aspectos:

1. El romance que trata de establecer entre los personajes lo veo forzado. No lo comprendo. No hay química amorosa entre ellos más allá de la que se nos dice que hay. No se muestra el romance, tenemos que creernos que existe porque nos lo dice el narrador.

Creo que Citra y Rowan tienen una amistad especial, pero lo que tienen no es amor, es confianza. Lo cual, en mi opinión, es un punto fuerte, pues sienta las bases para un romance creíble más adelante. Además, agradezco leer un libro juvenil que no esté centrado en el tema romántico.

Pero llamar a su relación amor me parece un intento de marcar la casilla de romance en un libro juvenil cuando esta no surge de forma natural en los personajes ni es necesaria para que la historia funcione.

2. El ritmo del libro. Empieza lento y había secciones en las que se me hacía largo. Me interesaba la premisa y por eso me animaba a leer, pero creo que se habría beneficiado de un poco más de tensión al principio y el recorte de algunas escenas que se alargaban en exceso.

Con todo, la voz del narrador es cautivadora y sabe endulzar las secciones más lentas con ideas y reflexiones que va dejando entretejidas en las impresiones y vivencias de los personajes, así que puedo perdonarle la lentitud porque las ameniza con humor seco y observaciones interesantes.

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Mirad que pintaza tiene Nimbo, la segunda parte… y habrá tercera. Parece mentira todo lo que es capaz de decir una buena portada.

Conclusión

Siega es una novela trepidante, con temas interesantes, una voz propia, personajes coherentes y un mundo fascinante. A pesar de ser la primera parte de una trilogía, funciona como libro independiente, lo cual es un gran mérito.

El libro establece un mundo nuevo, una utopía en la que ser la persona más importante no te hace la más feliz ni la menos vulnerable. Su humor y tono ligero pueden hacerte sentir que estás en casa, charlando con un amigo de toda la vida, mientras la trama da giros y vuelcos que no te dejarán dormir.

Y esto es todo por hoy, valiente navegante. Si estás buscando una novela juvenil que te haga reflexionar y te mantenga pegado al borde del asiento, este es tu libro. No dejes de darle una oportunidad a Siega.

Y si quieres un informe de lectura o una reseña de tu propio libro, no dudes en contactar conmigo. Te deseo buenas lecturas. Hasta pronto, alma curiosa.


Créditos de imágenes

Portadas de Nocturna Ediciones
Guadaña en el túnel de Pixabay

 

2 comentarios en “Reseña – «Siega», de Neal Shusterman”

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